Curso 2023-24
"Comenzamos un nuevo curso y con alegría escribo por primera vez esta presentación del Programa de Formación. Dice la C. 49: “La formación tiene como finalidad ayudar a vivir la vocación como una configuración progresiva con Cristo, en una fidelidad renovada al Espíritu y al fin de la Compañía” Desde que un día escuchamos a Jesús decirnos: “sígueme”, queremos vivir con docilidad al Espíritu que, si le dejamos, nos irá “revistiendo” poco a poco de Jesucristo y para esto la formación es fundamental. Este año además, en el que celebramos los 400 años de la experiencia de la LUMIERE que Santa Luisa tuvo, es una ocasión propicia para profundizar en lo que ella vivió y cómo se dejó guiar por el Espíritu Santo, para actualizar la vivencia de nuestro espíritu propio".
Sor M.Isabel Vergara, Visitadora
Curso 2022-23
Acogemos con apertura, ilusión y esperanza este nuevo curso 2022/2023 en el que sin duda el Señor se hará presente de muchas maneras. Una de ellas es la formación, aspecto imprescindible para nuestra vida y vocación.
Con alegría os presento el Programa de formación que la Comisión elaboró y el Consejo Provincial aprobó en su día para este curso .
Tras la última Asamblea General los retos que la Compañía nos presenta son muchos y muy apasionantes. En la presentación del Documento Inter Asambleas, Sor Françoise Petit dice así: “Ahora es el momento de recoger los frutos de la Asamblea general, el momento de su apropiación y de su aplicación en cada una de sus Provincias, en función de los contextos” (Pág. 4). Por eso uno de los objetivos para la formación este curso es el de conocer bien y profundizar en el D.I.A. Para ello se han organizado encuentros de formación por edades de vocación. En estos encuentros además habrá momentos de trabajo para que todas las Hermanas puedan participar y ofrecer propuestas concretas para la elaboración del PROYECTO PROVINCIAL.
Sor Juana Mª Belzunegui
Curso 2021-22
El Papa Francisco, desde el inicio de su pontificado, ha querido insistir sobre la importancia de la “cultura del encuentro”: dentro de la Iglesia, con los creyentes de otras tradiciones religiosas y con aquellos que no son creyentes. La diversidad no debe ser un obstáculo, sino más bien un desafío en la búsqueda del enriquecimiento recíproco.
También la Compañía en este tiempo de Asambleas hace suyo el desafío de “la mística del vivir juntos”. Toda la reflexión que hemos hecho, tanto en las Asambleas domésticas como en las dos partes de la Asamblea Provincial, nos ha llevado a valorar más allá del hacer, la importancia del “encuentro” personal con los pobres, de manera sencilla, próxima y que favorezca el intercambio personal. Igualmente, para la vida comunitaria valoramos la importancia de encontrarnos, dialogar y compartir para llegar a revitalizar nuestra vida de Hijas de la Caridad.
Que María, única Madre de la Compañía, acompañe nuestros pasos.
Juana Mª Belzunegui
"Tratemos bien a los pobres, pues ellos son nuestros amos y señores"