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Las mujeres 'sin hogar' reclaman centros femeninos para sentirse protegidas

Las mujeres que se encuentran en situación de sinhogarismo exploran las alternativas que tienen antes de dormir en la calle, opción que acostumbran a dejar para el final. Su mayor exposición y vulnerabilidad cuando pernoctan en la calle hace que opten por otras opciones, lo que a su vez provoca que el fenómeno del sinhogarismo entre las mujeres se invisibilice a ojos de la sociedad, que percibe este problema como principalmente masculino.

Este miércoles, 20 de noviembre, se celebró la jornada ‘El Sinhogarismo en femenino en Barcelona’, en la sala de actos de la Residència Betània de las Hijas de la Caridad. Dentro del programa de intervenciones, se presentó el informe ‘Mujeres en situación de sin hogar en la ciudad de Barcelona’, en el que ha participado Llar de Pau de las Hijas de la Caridad junto a otras cinco entidades de la red de atención a personas sin hogar de Barcelona. Ante un auditorio abarrotado, los responsables del estudio, miembros del Grupo de Investigación e Innovación en Trabajo Social (GRITS) y el Grupo de Investigación social aplicada (GRISA), han señalado que se ha de incorporar la perspectiva de género en el diseño de las políticas públicas para proteger a las mujeres.

Esta es una de las conclusiones del informe, junto a otras propuestas como incrementar la intervención del sector público en las políticas de inclusión social específicas para las mujeres, implementar políticas públicas de vivienda o diseñar actuaciones transversales contra la violencia de género. Precisamente, ese es uno de los grandes factores que provocan que las mujeres acaben en situación de sin hogar. Un 69% de las mujeres entrevistadas han reconocido haber sufrido violencia machista. El 43% en infancia y adolescencia y el 26% en la juventud o vida adulta. Además, 8 de las 35 mujeres que han participado en el estudio han sufrido violencia toda su vida.

En la calle se ven más expuestas a la violencia, por eso buscan cobijo antes de llegar a esa situación, primero con algún familiar o conocido y luego en los servicios sociales, aunque en algunos centros se reproduce la sensación de inseguridad. Durante la jornada ‘El Sinhogarismo en femenino en Barcelona’, también se celebró una mesa redonda experiencial con la presencia de tres de las mujeres que han participado en el estudio. Dos de ellas explicaron sus experiencias de violencia machista y una confesó que tuvo que salir de un albergue porque no tenía pestillo en la habitación y se sentía muy insegura, hasta el punto de colocar la cama junto a la puerta para que nadie pudiera entrar. También ha denunciado que un hombre intentó colarse en las duchas con ella o que la amenazaron con cortarle el cuello por cambiar de canal de televisión.Tras explicar estas experiencias, las participantes en el estudio reclamaron la creación de albergues o centros residenciales sólo para mujeres, en los que puedan sentirse protegidas, así como presupuesto para ayuda psicológica; aunque la mejor solución sería la de disponer de viviendas de alquiler social que les permitan tener una estabilidad para mejorar su situación personal.

Autores del informe ‘Mujeres en situación de sinhogar en la ciudad de Barcelona’
Autores del informe ‘Mujeres en situación de sinhogar en la ciudad de Barcelona’

 

Las entidades que trabajan con ellas les ofrecen una atención centrada en la persona y buscan ayudarlas a recuperar vínculos familiares y sociales, además de favorecer la autonomía y la promoción de la ciudadanía inclusiva.

DOBLE INVISIBILIZACIÓN

En la jornada también participó la doctora en sociología por la Universidad de Girona Cristina Sánchez-Miret, quien denunció que las mujeres en condición de sin hogar están discriminadas por doble motivo, por ser mujeres y por no disponer de un hogar. También reclamó que los servicios sociales no solo acompañen a las mujeres, sino que las empoderen. Esto y la participación de los hombres, son las claves que defiende para mejorar su situación. “No porque las mujeres solas no podamos, sino porque convivimos. La discriminación tiene que ver con que hay una posición que los hombres no están dispuestos a cambiar”, ha señalado Cristina Sánchez-Miret.

El acto se ha cerrado con la conferencia del profesor de la Universidad Pontífica de Comillas Pedro Cabrera, quien ha explicado que hace 20 años escribió un libro sobre las mujeres sin hogar y que el único cambio que ha visto desde entonces es que ahora el tema despierta más interés, como demostraba la masiva presencia en la jornada organizada en la Residència Betània; pero la falta de políticas con perspectiva de género sigue igual, ha añadido.