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La inseguridad, ¿Signo Evangélico?

  • La inseguridad
13 | 09 | 2020

Son muchos los artículos que se van escribiendo para animarnos a sacarle la parte de bondad que tiene la situación mundial y que está poniendo en jaque a cualquier estructura, instituciones y proyectos que creemos trascendentes para nuestra vida (léase Asamblea Provincial)

Son muchos, digo, los mensajes que nos dan respiro y nos llevan a una aceptación cristiana; son menos, por suerte, los que nos encogen y nos hacen ver negro lo que posiblemente sea solo gris. Ante la inseguridad, los miedos y otros tantos adjetivos similares, he llegado a formular esta pregunta: ¿Es un signo evangélico la inseguridad?

Echando mano del Evangelio, nos encontramos con Jesús de Nazaret, riñendo a Pedro que se sentía inseguro sobre las aguas…; un Jesús pedagogo, dándonos consejos para que el porvenir no nos coja desprevenidos; dejándonos frases lapidarias que conviene tener presentes cuando la inseguridad disfrazada de covid 19, cáncer, etc. nos sorprenda por cualquier rincón de nuestra vida.

“Estad atentos porque”… no tenéis ni idea de cuáles son mis planes.

“Estad dispuestos y listos porque”… cualquier momento es mi momento, no el vuestro.

“Vigilad y orad porque”… la modorra con desánimo incluido y la pereza, pueden rondar de la manera más sutil.

Es el Maestro que sabía de qué hablaba  porque un día en el Huerto de los Olivos habría de expresar  su parte humana diciendo: ¡Padre mío, si es posible que pase de mi todo esto!; Aunque bien sabía que había de prevalecer  la voluntad de su Padre. Ante modelo tan autorizado, habrá que decir que sí, que la inseguridad es un signo evangélico.

Esa incertidumbre ha estado presente durante muchos meses por no saber cuándo, cómo y dónde celebrar una Asamblea Provincial. La fe nos asegura que Jesús no dormía en el otro extremo de la barca; nos ha vuelto a hablar para completar las anteriores citas evangélicas:

“No temáis pequeño rebaño porque…" Hay un Pastor a la puerta del redil y que no duerme ni reposa.

“No os agobiéis por el mañana porque…” aunque nos parezca que los pájaros viven de gorra, tienen siempre un Buen Amo con las manos llenas de grano.

“Marta, si crees verás la gloria de Dios porque…” se puede salir con vida después de pasar por la prueba, por dura que parezca.

Y como siempre, aquí andamos ya a punto de celebrar nuestra Asamblea Provincial. Asamblea que no tiene porque llegar débil… Se ha ido nutriendo de silencios, de plegarias, de esfuerzos, de noches de insomnio, días cortos y mucha creatividad. Todo esto la engrandece y la hace diferente. Será una Asamblea corta en el tiempo y, así lo soñamos, larga en esperanza.

Equipo de Comunicación