La acción social de la Compañía de las Hijas de la Caridad está basada en la justicia social y centrada en la acogida y el acompañamiento a personas en situación de riesgo de exclusión social en el proceso de mejora y promoción personal hacia la autonomía y la realización de su proyecto de vida.

Nuestros centros educativos se dedican a educar a niños/as, adolescentes y jóvenes proporcionándoles una formación integral de calidad que favorezca su autonomía, su sentido crítico y su compromiso social, según el modelo de San Vicente de Paúl y de Santa Luisa de Marillac.

Acogemos, acompañamos y orientamos a niños y adolescentes que necesitan una atención especializada por encontrarse en situación de desprotección y riesgo social, a través de los Centros de día de intervención socio-educativa y de los hogares de protección.

Ofrecemos atención global e integral a las personas mayores, procurando un ambiente de calidez y cercanía. Intentamos cubrir sus necesidades y fomentar la autonomía personal partiendo de las capacidades que mantienen, procurando su bienestar.

“La Compañía concede una gran importancia a la formación inicial así como a la formación continua para fortalecer las motivaciones y el dinamismo de la vocación, ofrecer a los pobres un servicio de calidad y conocer y discernir los signos de los tiempos” (C. 49 b).

La Formación de las Hijas de la Caridad es un recorrido en varias etapas, desde una formación inicial a una formación continua. Tiene en cuenta el carácter internacional de la Compañía, las exigencias de la inculturación y el ritmo de cada persona. (C 58)