Esta Comunidad, como la mayoría, retardan, por opción, el momento de la jubilación. La actividad física, cuando es posible, ha sido y quiere ser la compañera inseparable de la entrega hecha como opción de vida.

Las Hermanas de Menorca, miden sus fuerzas y posibilidades, a fin de llevar a cabo no pocos servicios tanto en el colegio como en la ciudad. Se enumeran a continuación algunas de las actividades, aunque no todas:

Servicio de portería durante las horas punta de entrada

Abrir las puertas del Colegio y controlar la calefacción.

Catequesis de confirmación y coordinación de las asociaciones pastorales de la AIC y AMM, tan arraigadas en la ciudad.

Colaboración con la parroquia en lo referente a la liturgia y a la Pastoral de enfermos,  llevando la Comunión a personas enfermas.

Siempre es gratificante el poder seguir gastando las muchas o pocas energías, físicas y espirituales, en bien de quien las necesita.