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Visitando algunas comunidades de Zaragoza y sus respectivos Servicios.

  • Chatillon
  • Zaragoza
30 | 05 | 2022

El día 30 de mayo, la jornada en Zaragoza comenzó con el Centro Social Virgen del Pilar. Sor Antonia acudió acompañada de Sor Juana María y sor Maribel. Las hermanas de la casa cuentan que comenzaron en el salón donde se encontraban los residentes, “a quienes saludó personalmente, interesándose también por los familiares de Hijas de la Caridad”. La directora técnica y sor María Pilar le enseñaron las distintas dependencias de la residencia. Ella destacó “la amplitud del espacio”. Al visitar la capilla pudo contemplar los vinilos de las cristaleras y le “encantó” la imagen de la Virgen Milagrosa, a la que le hizo una fotografía para llevársela de recuerdo.

Posteriormente entraron en el comedor y saludaron tanto a los residentes como a las hermanas que estaban colaborando y al personal. Charli, una residente muy conocida por las hermanas, señaló que “se encuentra muy bien, quiere mucho a las Hijas de la Caridad” y que para ella son “como su familia”.

A continuación subieron a la comunidad donde conoció al resto de las hermanas. Comieron de “manera relajada” y disfrutaron de una sobremesa “muy entrañable”. Todos los que forman la casa están “muy agradecidos” por esta visita que llenó la casa de alegría. 

Pocos metros más adelante les esperaban las hermanas de la comunidad de Agustina de Aragón. Allí les recibieron con las puertas abiertas. Pudieron compartir el servicio que realizan las distintas hermanas (colegio, proyecto Duchas y lavadoras; proyecto Chatillon y participación en la parroquia de Santiago). Compartieron inquietudes, dificultades y alegrías que encuentran. Además le trasladaron la realidad de las personas solicitantes de asilo y refugiadas con quienes comparten vida y algunas de ellas misión. Chicos solos de países como Mali, Camerún, Senegal, Venezuela, Colombia, Liberia, Argelia o Marruecos.

Sor Antonia pudo hablar con algunos de ellos, que se encontraban en casa, trabajando en el ordenador o en clase de castellano con hermanas de otras comunidades que acuden al proyecto. Los chicos agradecieron mucho la visita. También hablaron de la respuesta de la Compañía en Europa ante la acogida de las personas migrantes y la necesidad de trabajar cada vez más en red entre los distintos países. 

Después de compartir y merendar se trasladaron a otra de las casas del "Proyecto Chatillon". Se abrió hace unas pocas semanas en colaboración con la Mesa de la Hospitalidad y acoge a familias procedentes de Ucrania (actualmente hay una madre con un hijo pequeño y otra mujer con su hijo pequeño, su hija de 18 años y su sobrina. Están a la espera de recibir más familias). "La Mesa de la Hospitalidad" es un grupo eclesial que se formó hace unos años con el objetivo de involucrar a las parroquias y a los feligreses en la acogida de personas solicitantes de asilo mediante la cesión de inmuebles y la colaboración con voluntariado en la acogida y acompañamiento de estas personas. 

Las mujeres les enseñaron la casa y les invitaron a tomar un te en el pequeño jardín con el que cuenta la casa. Con la ayuda de una de ellas, que habla español, expresaron sus preocupaciones por la situación de los otros miembros de su familia que se han quedado en el país y sus dudas acerca de su futuro en España. Ellas tenían muy claro que huyeron para “proteger a sus hijos” y para que no vivan un ambiente de guerra. “Había días que las sirenas sonaban hasta tres horas seguidas y nos teníamos que esconder en un bunker o buscar un lugar en casa entre paredes, para protegernos de los bombardeos”. Una situación de miedo y tensión demasiado fuerte para los niños. “Aquí juegan y no se acuerdan de la guerra”, decían. 

Día intenso, emocionante y agradecido por la presencia y el interés de la Compañía, a través de Sor Antonia, por las realidades de los servicios y las comunidades de Zaragoza.