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Testimonio de Javier
Hoy os compartimos el testimonio de Javier, residente del Hogar ZOE en Ororbia/Navarra. Leyéndolo nos encontramos con una persona que nos presenta el ayer y el hoy de su vida.
Soy Javier, tengo 55 años. Me gusta mucho leer, montar en bici, jugar al rumiq y salir de paseo.
Hoy quiero contar algo de mi experiencia. Llevo tres meses en el Hogar Zoe y puedo afirmar que aquí he encontrado una familia bien avenida, la paz y la tranquilidad que antes no tenía. Me encuentro a gusto aquí y estoy totalmente en paz conmigo mismo. Porque antes estaba con la cabeza revuelta, pensando siempre cosas malas y muy mal en general. Ahora mismo me siento con más fuerzas… más fortalecido para seguir adelante. Estoy acompañado, tengo buenos compañeros. Antes estaba muy solo.
Reconozco que, durante mi estancia, me ha costado más estar estos meses encerrado, levantarme pronto, seguir horarios y rutinas... aunque acepto que esto es bueno y necesario para mí. Gracias a ello, he mejorado bastante en mis hábitos de higiene y estoy más atento con mi autocuidado.
A nivel familiar he podido mejorar la relación con mi hija. Ella está muy contenta y ve de forma positiva que yo esté aquí y que permanezca alejado de otros ambientes. Y yo estoy aún más alegre de estar con ella bien; me llama a menudo, ha venido a verme y me ve bien. Ella es mi motor y mi mayor motivación.
Estoy orgulloso de mí porque veo que puedo cambiar y eso es muy importante... Tenía una vida muy desordenada y desenfrenada. Ya me he alejado de malas compañías y he dejado de lado a las drogas. Ahora quiero enfocarme en darle otro giro positivo a mi vida; trabajar, terminar de pagar la hipoteca, llevar una vida sana, solucionar mis problemas familiares y no meterme en líos… en fin llevar una vida normal.
Mi grado de satisfacción con el centro es de diez porque estoy a gusto, no tengo problemas y porque cada día estoy más fuerte. Mi percepción del centro es buena, porque tengo aquí una familia bien avenida, sin discusiones, ni gritos.
Recomiendo este lugar porque vale para el fin que está hecho, para recuperase y cambiar un poco la vida.
Las cosas positivas que resalto del Hogar Zoe son: el cariño que se nos da, el trato es muy dulce y agradable. Los cuidados que recibimos, la atención que tenemos por parte de las cuidadoras, educadoras y hermanas.
Desde mi experiencia les diría a las personas que recién ingresan al centro que tenga paciencia, que poco a poco se van a ir adaptando a los horarios, a los hábitos de higiene y a madrugar. Que se den la oportunidad de estar y permanecer aquí porque merece mucho la pena y puede ser el final de la mala vida.
Javier
Hogar Zoe Ororbia (Navarra)