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Suscitar la experiencia de Dios.

L'escuela Solc Nou de Barcelona, comparte con nosotros cómo suscitar en los niños y jóvenes la experiencia de Dios.
  • Suscitar experiencia
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13 | 03 | 2022

El equipo docente de la escuela Solc Nou, dentro del Plan de formación del ámbito pastoral del centro, participó en la conferencia impartida por el teólogo Francesc Torralba, sobre cómo suscitar la experiencia de Dios. 

Torralba manifestó en primer lugar que, despertar la experiencia de Dios en los niños y jóvenes, era un tema de mucha complejidad, un desafío para todos y que él nos hablaba desde su experiencia como padre, un plano absolutamente vivencial, y desde su experiencia como teólogo.

Es una realidad que para ellos es lejana y fuera del horizonte vital.

Organizó su charla en una serie de puntos que servirían como pautas o como orientaciones para ayudar a despertar, a activar y promover esa experiencia. Os compartimos algunas de ellas: 


1. Nunca perder de vista que Dios es un misterio y nos trasciende. Delante de él no tenemos más que manos vacías. Por tanto, no podemos banalizarlo. Es bueno que entiendan que existen dimensiones que escapan a nuestro entendimiento. No lo sabemos contar todo. Decir misterio significa humildad. Hablamos de un misterio y como tal no sabemos explicarlo totalmente. No hay palabra que le categorice.

2. Adaptación, debemos encontrar el lenguaje adecuado a los destinatarios. No es lo mismo suscitar la experiencia de Dios a un universitario que a un niño de cinco años. ¿Qué imágenes, qué parábolas, qué música? A un niño pequeño no puedes hablarle de Dios como a un universitario, pero tampoco a un joven no puedes hablarle en un lenguaje pueril. En cada etapa existen unas preguntas y una exigencia espiritual. 

¿Qué significa cielo? ¿Qué significa infinito? Y a menudo no sabremos qué responder. Cuando entramos en esta cuestión no sabemos cómo responder. El niño tiene muchas veces más capacidad interrogativa que el adulto tiene para responder. La capacidad de preguntar de un niño es infinita, pero nuestra capacidad de responder es finita. Por tanto, Dios es misterio. Cuando son niños debemos hacer discurso adecuado a su capacidad.

3. ¿Qué imágenes?  A Dios nadie le ha visto nunca, entonces ¿cómo hablamos de lo que no vemos? No tenemos experiencia sensible. ¿Cómo le representa la historia del arte, la iconografía? Las imágenes evocan el misterio y hay imágenes más afines y otras más lejanas. La nuestra es la tradición cristiana. 

Imágenes que nos ayudan a entrar en el misterio. Por ejemplo, la imagen del ojo (Gaudí también lo utiliza) como alguien que vela, que está pendiente de ti. Soy velado por alguien que es Dios, pero también puede ser interpretado como fiscalización y puede pesar negativamente. Otra imagen es la de Dios padre (abba), tiene aspectos positivos porque se refiere a alguien que vela por mí, que cuida ... pero también actualmente lo veríamos como imagen patriarcal. 

Una oreja, alguien que escucha las oraciones, el sufrimiento, los sufrimientos, los clamores... de todos.

Una mano que acompaña, que mima. La cruz…

Es necesario que, como educadoras, sepamos encontrar imágenes que puedan evocar a Dios y serán pequeños escalones que irán ascendiendo progresivamente para despertar en ellos esta experiencia de Dios. 
 

4. Lo importante no es hablar de Dios, es que ellos hablen con Dios. Lo importante es llegar a establecer una relación personal con Dios. La fe es relación, es un vínculo que tiene lugar en la interioridad y que cada uno vive a su modo y que puede celebrarse comunitariamente. Diálogo de gratitud y diálogo de petición. Agradecimiento por los dones recibidos, el primero el de la Vida y peticiones por afrontar lo que me inquieta. No podemos banalizar. Que hagan silencio, que escuchen para empezar a descubrirlo. 

5. Importancia de la interiorización. Si no hay silencio, no se escucha. Para escuchar esta voz, es necesario el silencio interior. Sin silencio interior es imposible la experiencia de Dios. Lo encontramos en las grandes tradiciones monásticas. Todos dan relevancia al silencio para poder escuchar. 
Vivimos en contextos altamente complejos, con ruidos. Cómo hacer desierto, cómo escuchar la palabra con tanta interferencia. Para sentir una llamada hay que poder escuchar. Tenemos una crisis de vocación porque no hay silencio, todo invita a exteriorizar, salir, conectarse... debemos promover el silencio. El silencio esconde muchos tesoros, debemos ayudar a nuestros jóvenes a descubrirlos. 

6. Si queremos suscitar la experiencia de Dios en un marco de tradición cristiana, tenemos a Jesús. El punto de encuentro entre nosotros (finitos) y Dios (infinito) es Jesucristo. Existe la esfera humana que es el hombre y la esfera de plenitud de Dios. 

Un buen camino para suscitar esta experiencia es Jesucristo, cómo vivió, qué hizo, cómo trató a los demás...eso es la concreción y es necesaria para adentrarse en el pensamiento infantil. Dios se ha hecho como nosotros, se ha revelado, se ha encarnado. Si Dios no hubiera plantado la tienda, deberíamos hacer sólo silencio, pero nosotros partimos de un Dios que se ha querido hacer presente en Jesucristo, que se ha manifestado. 
 

7. Las aproximaciones a Dios son múltiples, Dios es una palabra enormemente polisémica. Para algunos Dios es el universo, el principio, el comienzo, un espejismo, una fabulación de la criatura humana…es tan sumamente polisémico que está asociada a cosas positivas y cosas buenas. Dios es comunidad de personas: padre, hijo y espíritu santo.

8. Dios es Amor. En la primera carta de Juan encontramos "Dios es amor" esto quiere decir que ama, perdona, consuela, busca la unidad, no miente.... Los padres, los tíos, los abuelos son fuente de amor y Dios hace presente este amor a través de las personas que actúan generosamente buscando el bien de los demás, de manera generosa, altruista...Debemos ayudar a nuestros alumnos a ver personas que acogen, que hacen de voluntarios, Dios se manifiesta en los gestos de amor de las personas que se desviven por los demás. En ocasiones hemos presentado la imagen de Dios muy alejada y es necesario que acerquemos esa imagen. 
 

9. ¿Cómo suscitar la experiencia? Con ejemplaridad y testigo. ¿Cómo puedo suscitar la experiencia musical si yo no la vivo o no la disfruto? Nosotros somos referentes para los niños, para los adolescentes que nos cuestionan. ¿Nosotros tenemos experiencia de Dios? ¿Nos han visto rezar? ¿Nos han visto en actitud de silencio? No puedes suscitar lo que no vives, ¡si lo vives, puedes irradiarlo! Para tener autoridad moral debemos ser ejemplo.

10. Entendemos que es un camino de felicidad, consuelo, armonía, porque creemos que son caminos por una vida serena, equilibrada. Incluso cuando ya nadie nos acompaña, Dios está a nuestro lado y no deberíamos mendigar el afecto. Lo que queremos educativamente pensamos que es lo mejor y cuando pensamos en el mejor alimento para ofrecerles, en la mejor extraescolar para organizar...también es lógico que, si creemos que es un camino de felicidad los queramos invitar a la aventura de hacer el camino. Porque habremos transmitido lo que creemos que es bueno, porque deseamos que vivan en libertad, movidos por la fuerza interior. 

La conferencia nos hizo pensar que “nunca es tarde”, que el encuentro personal con el Dios interior siempre es posible que hay que encontrar lenguajes significativos para nuestros jóvenes alumnos y siempre dar testimonio. 

También nos hizo reflexionar sobre cómo favorecer el silencio donde todo son estímulos, ruidos porque nuestro entorno es hiperestimulado…hemos de poder ayudar a que nuestros chicos y chicas tengan momentos contemplativos, ayudarles a “parar máquinas” para contemplar la belleza del mundo, también aprender a suscitar preguntas, saber cómo descolocarlos para romper algunos tópicos que tienen sobre muchos temas…ojalá éste y otros encuentros nos sirvan para aprender a cómo despertar la experiencia de Dios en nuestros queridos alumnos. ¡Ojalá así sea! En junio seguiremos reflexionando sobre esta cuestión…esperamos que de mucho fruto. 

Claustro de Escola Solc Nou