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Sor Genoveva Masip: Licenciada en Ternura
El 19 de septiembre, como ya estaba anunciado, la Generalitat de Catalunya, con la presencia de la Consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà Pons, nos daba la alegría de homenajear a nuestra Sor Genoveva Masip, Hija de la Caridad, con motivo del centenario de su nacimiento.
El acto fue sencillo y emotivo, aludiendo, en cada parlamento, a la grandeza de alma de Sor Genoveva en el mismo lugar donde pasó horas y horas visitando a los presos de la cárcel Modelo. Ella, mujer de fe profunda, solía decir que los presos eran sus maestros… que, desde ellos y por ellos, iba adquiriendo los entresijos de las leyes y la manera de interpretarlas para, si era posible, mejorar situaciones dolorosas de personas y familias.
Insertamos el contenido de los distintos parlamentos, que, entrecruzándose, describían plenamente la calidad espiritual y humana de esta Hija de la Caridad.
El director general de Asuntos Religiosos, Carles Armengol, ha explicado que la conmemoración del centenario del nacimiento de sor Genoveva Masip “se completará con la edición de un libro que se ha encargado sobre la labor de esta religiosa a Antoni Batista ”.
Seguídamente siguió glosando la personalidad de Sor Genoveva Masip: ingresó en 1944 en la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. En los años setenta empezó a visitar a las familias sin recursos de Can Tunis y la Mina, y los presos de la Modelo, convirtiéndose en la primera voluntaria de la cárcel. En 1983 se centró en la Obra Social Santa Luisa de Marillac, en el barrio de la Barceloneta, donde fundó y dirigió la Fundación Acogida y Esperanza, dedicada a la reinserción social de drogodependientes, alcohólicos y enfermos de sida. Su labor a favor de las personas más necesitadas fue reconocida con diversas distinciones como la Creu de Sant Jordi.
A continuación intervino Sor María Pilar López, como gran conocedora de la vida y obra de Sor Genoveva, resumimos aquí su parlamento: "Aún recuerdo cómo decía que nunca dejáramos a un pobre en la puerta; nos remarcaba que un pobre es mucho más que el presidente de la Generalitat o el obispo de Barcelona; el pobre es el propio Jesucristo".
Sor Pilar recordó cómo sor Genoveva defendía que había que poner los bienes al servicio de los pobres.
"Vivía una profunda identificación de los pobres con Jesucristo, por lo que su servicio a los reclusos continuará durante toda la vida". Creó una red de voluntariado en prisión porque creía en las personas.
Una de sus lecciones era que "da igual lo que haya hecho una persona, lo más importante y lo que cuenta es lo que puede llegar a hacer". Siempre estaba con los presos y en el mundo de la marginación, y ha explicado cómo la mayoría de las cartas que recibía eran de reclusos y de sus familias. Las obras sociales en la Compañía durante sus años como responsable también predominan mucho.
Recordemos a sor Genoveva, ha remarcado Sor Pilar, "cruzando infinidad a veces la puerta del Hospital del Mar para ir a visitar a reclusos enfermos". También ha querido expresar cómo, pese a ser reacia a las entrevistas, sor Genoveva enlazaba bien el anuncio con la denuncia. "Miraba a todo el mundo sin censurar nunca".
Y de esta forma de acoger y entender al pobre nació la Obra Social Santa Luisa de Marillac. En 1983 llega al barrio de la Barceloneta donde las Hijas de la Caridad colaboraban con el Centro de Convalecencia Nuestra Señora de Montserrat, para hombres convalecientes sin domicilio. Poco a poco, este servicio fue convirtiéndose en lo que hoy es la Obra Social Santa Luisa de Marillac, servicio de Acogida, Orientación y Acompañamiento de personas en situación de exclusión. Además de la Obra Social Santa Luisa de Marillac, Sor Genoveva impulsó la creación de la Fundación Acogida y Esperanza, junto con el franciscano Josep Costa, y apoyó a diversas comunidades terapéuticas en toda Cataluña. En todas estas iniciativas e instituciones, Sor Genoveva trabajó incansablemente en tres ámbitos interrelacionados: el mundo de la droga, el mundo de la cárcel y el mundo de las personas enfermas de SIDA.
A continuación tomó la palabra Montserrat Cuerva, colaboradora de la Obra Social Santa Luisa de Marillac, resumimos parte de su parlamento: "La voz de los pobres llenaba cada día de su vida", "Fue una de las mejores maestras que he tenido", ha expresado Cuerva, "nos ha enseñado cómo acoger a quien todo el mundo rechaza".
Para Cuerva, la pedagogía de sor Genoveva tenía como pilar a la persona, que requería una acogida propia. "Quería como una madre", aseveró. Su metodología, ir hacia lo esencial del ser humano, más allá del material. Como herramientas tenía "alargar la mano, dar tiempo, dar la bienvenida, un beso, un abrazo, o decir por el nombre a todos". Pequeños gestos, recordó, que hacían felices a las personas. "Ella generaba los espacios por amar".
Seguidamente tomó la palabra Sor Maribel Vergara H.C. Visitadora Provincial. Cuyo parlamento es el siguiente:
HOMENAJE A SOR GENOVEVA MASIP -
Saludo a la Excma. Señora Consejera, Doña Laura Vilagrá, al Señor Carles Armengol, director general de Asuntos religiosos, a los familiares de Sor Genoveva, a los colaboradores y continuadores de su obra, Hermanas, amigos queridos de Sor Genoveva y a todos los que nos acompañáis en esta tarde. Y un saludo muy especial para Sor Genoveva que también nos acompaña y está entre nosotros.
Y en primer lugar me dirijo a ella, a Sor Genoveva, para pedirle dos cosas: primero que nos perdone, porque hoy, y a iniciativa de la Generalitat de Cataluña, la hemos sorprendido con este homenaje al cumplirse el centenario de su nacimiento. A todas nosotras ciertamente nos llena de alegría, de recuerdos y de agradecimiento, pero sospechamos que tú, Sor Genoveva, sabiendo cómo eras, estarás abrumada y metida en algún recóndito lugar del cielo, rodeada de aquellas personas que tanto quisiste aquí y que se unen también a nuestro homenaje.
Y la segunda es una petición, también a Sor Genoveva: que aquella luz que hace 400 años inspiró nuestro Carisma y se ha transmitido como un fuego hasta nuestros días, siga manteniendo su fuerza para que, como lo hiciste tú, Sor Genoveva, sigamos comprometiéndonos con los hombres y mujeres de nuestro tiempo en la defensa de la justicia y de la dignidad humana. Tenemos una gran intercesora en el cielo.
Y ahora quiero centrar mis palabras expresando brevemente lo que se me pidió: Cómo Sor Genoveva encarnó en su vida la fuerza del Carisma y cómo supo derramarlo en este entorno de la Modelo, entre otros.
Ella fue una auténtica seguidora de Jesucristo, de San Vicente de Paúl y de Santa Luisa, nuestros Fundadores. Hay un texto en nuestros escritos vicencianos que ponen en boca de San Vicente, que, aunque no sea histórico, para nosotras es un testamento y seguro, seguro, que para Sor Genoveva lo fue, porque no dudaréis los que la conocisteis, de que lo encarnó totalmente: El texto dice así y vamos a pensar que San Vicente se lo dice a Sor Genoveva:
Genoveva, pronto te darás cuenta
lo pesado que es llevar la Caridad.
Mucho más que cargar con el jarro de sopa
y con la cesta llena de llena de pan.
Pero, tú, conservarás tu dulzura y tu sonrisa.
No consiste todo en distribuir la sopa y el pan.
Eso, los ricos pueden hacerlo.
Tú eres la insignificante Sierva de los Pobres,
la Hija de la Caridad,
siempre sonriente y de buen humor.
Ellos son tus amos, no lo olvides,
amos terriblemente susceptibles y exigentes, ya lo verás.Por tanto, ¡cuánto más repugnantes sean,
cuanto más sucios estén,
cuanto más injustos y groseros sean,
tanto más deberás darles tu amor!...
Genoveva, sólo por tu amor, por tu amor únicamente,
te perdonarán los pobres el pan que tú les das”
Y termino con unas palabras de AGRADECIMIENTO para todos, especialmente para quienes han organizado este homenaje a Sor Genoveva. Me imagino a ella aquí delante diciendo, como lo hacía siempre y casi con las mismas palabras:
“Agradezco sinceramente y de corazón este homenaje. Cien años son muchos años y muchos de ellos los viví ahí… Yo no soy más que una Hija de la Caridad como tantas otras que han entregado su vida a los pobres. Pero yo agradezco el homenaje y lo acepto para ELLOS, para los pobres, son mis amos. Para ellos mi vida y el homenaje”.
Muchas gracias de su parte y muchas gracias de parte de todas las Hijas de la Caridad.
Finalmente cerró el acto La consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà Pons, que entre otras cosas destacó: el incansable trabajo de sor Genoveva Masip en favor de los más necesitados. “Hoy rendimos homenaje a una mujer que trabajó incansablemente y de forma altruista para los demás. Una mujer profundamente religiosa y espiritual y, ante todo, una gran humanista. Hoy la recordamos cómo le hubiera gustado. Reconociendo su legado y todo lo que representó. Necesitamos más Genovevas Masip en nuestra sociedad para construir un mundo más justo, tolerante y amable”, ha remachado la consellera.
Otras aportaciones con motivo del homenaje a Sor Genoveva
María Victoria Molins Gomila, Religiosa Teresiana y colaboradora en la Obra Social Santa Luisa de Marillac, nos ha dejado esta valiosa página en la publicación “Catalunya Cristiana:
“Una galería- la cuarta- de la antigua prisión Modelo… Aquellas galerías de películas que no vemos en las prisiones actuales. Los mismos rótulos en las puertas: despacho, lavandería, etc. Yo recordaba otros tiempos y me alegraba de las mejoras que se realizando en otras prisiones: Cuatre Camins, lledoners, Brians, Wad-Ras, etc.
Y en aquella galería estrecha y bajo los balcones alargados que daban a las celdas antiguas –testimonios de muchos sufrimientos y de historias de delincuencia o desesperación – nos reuníamos un grupo de amigos de una de las personas que más ha contribuido a hacer un poco menos agobiante de vida de los antiguos inquilinos: Sor Genoveva.
La Generalitat – cosa que le honra – le hacía un homenaje en el centenario de su nacimiento. Estaban presentes amigos y colaboradores de su obra a favor de los pobres. He hablado de ella – de una de las monjas más conocidas en Barcelona en ambientes sociales – en diferentes escritos y en algún libro sobre su manera de atender a los necesitados y, siempre he utilizado, para hablar de mi relación con ella, esta frase: “Ella fue mi maestra de ternura”.
Cuando hace bastantes años me acerqué a su despacho – una mesa detrás de un tabique que le separa de la sala de la Obra Social Santa Luisa de Marillac – intuí que me encontraba delante de una mujer de Dios, que había entendido el Evangelio y que tenía sus preferidos: los pobres, los delincuentes, los marginados, aquellos de los que todos huyen … y lo primero que observé en ella fue su ternura: un corazón compasivo y misericordioso como el de Jesús, siempre atento a las necesidades de los menos
favorecidos, nunca juzgando, siempre comprendiendo: exigiendo por amor a fin de que la persona pueda llegar a ser feliz.
Con ella he vivido momentos inolvidables, como aquel en el que, bajo un puente, – el que se hizo servir para la película “Todo sobre mi madre” – se hallaba un hombre con una pierna mordida por las ratas; lo llevamos la Obra Social para que lo curasen. O aquel otro momento en el cual, un hombre que había robado la cartera a Sor Genoveva con la libreta donde apuntaba todo y que para ella tenía más valor que el dinero.., y, a cambio, le abrazo cariñosamente al salir de la cárcel por otros hurtos que había cometido.
Muchísimos detalles llevo gravados en mi cabeza y sobre todo en el corazón.
Aquellos desayunos en la mañana de los domingos en la Barceloneta, donde comentábamos lo que había pasado durante la semana y de a los cuales dediqué un libro, las fiestas de Santa Luisa en las cuales disfrutábamos con obras de teatro, las exposiciones, las eucaristías, y tantos recuerdos
que llevo de aquellos años vividos a su lado…
Pero lo más importante que guardo como un tesoro en el corazón son sus palabras dichas antes de su muerte. Se estaba debilitando por su enfermedad pero con el oído claro que, como sabemos, es lo último que se pierde… al sentir mi voz me reconoció. Eres la Viqui, ¿no? Me dijo. Y añadió el testamento que me dejaba: Tú seguirás con los nuestros, ¿no? Claro que sí le contesté. Desde entonces, esta frase me acompaña siempre que estoy días tras día con “los nuestros”.
Sor Genoveva, por ejemple.
La directora del observatorio Blanquerna de comunicación, religión y cultura, Miriam Diez Bosch nos ha dejado el siguiente texto:
"Cuando murió sor Genoveva Masip Torner, uno de los aspectos que más se repetían en este medio es que “dio el cuerpo a la ciencia”. Era el 2015.
En pocos años hemos normalizado que un obispo o una monja den el cuerpo a la ciencia, pero antes no era nada habitual y se observaba con recelo. Sor Genoveva recibió tantos premios como incomprensiones. Era una mujer que iba a los márgenes, que vivía en los límites con los últimos, que se dedicaba a escuchar casos difíciles, perdidos. Y no sólo en escucharles, sino también a acompañarles. Eligió vivir allí, ser ella la respuesta a los problemas que detectaba. Sor Genoveva no hacía informes. Sor Genoveva pisaba el terreno. Este año se le harán homenages justísimos, y evocaremos una de las más grandes personas que ha tenido Cataluña en el sector de la marginación, que ahora lo hemos normalizado con otros nombres pero que es lo que era, sectores donde poca gente sabe y quiere estar: enfermos de sida e internos en las cárceles, por ejemplo, que era por donde ella se movía y donde le esperaban.
SABADELL la vio nacer un día de septiembre de hace 100 años. La suya era una familia modesta y obrera. Esta futura religiosa estudió magisterio y también era voluntaria (y no “hacía de voluntaria”, porque en sor Genoveva todo era esencial y todo era para siempre) en la Casa de la Caridad. Se interesó por las religiosas Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y se convirtió en una abogada de las causas perdidas, causas que con ella resucitaban.
Fue ella la cabeza pensante tras las construcciones en Can Tunis y en la Mina y consiguió agua potable y servicios para mucha gente que no tenía más que la calle.
Ella era la intercesora de personas que vivían en barracas, gente explotada sexualmente, personas abandonadas en sesiones postoperatorias en las que nadie las velaba, enfermos de sida, personas con adicciones..., aunque su huella en las prisiones es impresionante y es donde ha dejado un recuerdo vivísimo. No en vano, la consejera Laura Villagrà le ha recordado en prisión Modelo de Barcelona, donde sor Genoveva se pasaba media vida. Fundadora y directora de la Fundación Acogida y Esperanza (reinserción social), se dedicó en cuerpo y alma, en espíritu y en dedicación, a alcohólicos, enfermos de sida y drogodependientes.
La Cruz de Sant Jordi que naturalmente tiene sor Genoveva es un galardón que le honra,pero lo que ha dejado esta mujer es sobre todo un poso de bondad, y en un mundo donde parece que la religión se ha espiritualizado tanto que ha olvidado la parte humana. Ella no lo hizo. La han comparado con otros religiosas catalanas que también han sido notables y conocidas, pero con sor Genoveva no hubo el ensañamiento que se ha visto con otras monjas. Las monjas son variadas y los carismas, a pesar de parecerse, todos tienen su unicidad.
DEDICARSE A LOS POBRES o a los enfermos hacen muchas congregaciones, pero el grado, el estilo, las preferencias, los barrios donde operan, los colectivos con los que trabajan, los voluntarios que atraen, son distintos. Sor Genoveva supo crear escuela y dejar una forma de hacer que se nos hará presente durante un año, porque la bondad de los centenarios es irnos poniendo delante por personas que estaban allí y que cambiaron las cosas. Las miss mundo, cuando les hacen aquellas entrevistas una vez las han escogido, siempre dicen que quieren un mundo mejor, pero no vemos cómo se ponen para conseguirlo. Hay gente que le ha imaginado y se ha dejado la vida, el alma, el cuerpo, las horas y el legado.
Sor Genoveva MASIP era una mujer seducida por la misericordia, que siempre hacía una pregunta muy incómoda a sus colaboradores, y era muy corta: “¿Hemos hecho bastante?” Uno de sus compañeros en la Obra Social Santa Lluïsa Marillac, Eduard Sala, explica que esta religiosa “amaba desde el minuto cero”. Murió en el 2015, cuando fue escogido Bergoglio, el papa de las periferias, un líder que ve en las Genovevas del mundo el rostro que quisiera para la Iglesia. Sor Genoveva logró, en su funeral, reunir a políticos de colores diferentes y contrastados. Hoy su centenario puede ser el catalizador para hacer revivir una forma de hacer, sentir, exponerse. Estimar desde de cero no deja demasiadas posibilidades a pasar pruebas previas, a análisis, a observar ideologías. Amar desde cero es ahora, amar sin anestesia, estar ahí sin preguntar, ayudar sin pedir condiciones.
Consuela ver referentes femeninos y sociales potentes y generosos como esta mujer que sin hacer discursos revolucionó la vida de tanta gente. Quienes pudo ayudar, y los quienes pudieron seguir su ejemplo"
ACOGER, ACOMPAÑAR, AMAR, ORAR, CONFIAR, DAR SIEMPRE UNA NUEVA OPORTUNIDAD….
Testimonio de una Hermana después de presenciar el Homenaje a Sor Genoveva:
El pasado martes, la Generalitat de Catalunya rindió un merecido homenaje a Sor Genoveva Masip con motivo de la conmemoración del centenario de su nacimiento.
Estábamos presentes, junto a sus familiares de y otras autoridades, un gran número de hermanas, trabajadores y voluntarios de las distintas obras en las que ella dejó huella. Los emotivos testimonios de S. María Pilar López y de Mon (que es el nombre con el que conocemos a Montserrat Cuerva), hicieron vibrar mi corazón al son de sus palabras. Ellas hablaban de S.Genoveva como quien verdaderamente ha encontrado a la madre, al Pastor.
Y es que S.Genoveva, a lo largo de los años, ha dejado una profunda huella en las hermanas, los colaboradores y los preferidos del Señor. Yo tuve la suerte de hacer mis prácticas apostólicas en su comunidad y fue una de las experiencias más ricas que he vivido. Toda la Obra Social, aún hoy, transpira su estilo y santidad.
Personalmente, he conocido más a S.Genoveva por lo que me han transmitido las hermanas que el tiempo que conviví con ella. Y es que hay pocas hermanas a quienes no se les ilumine la cara y se les dibuje una bella sonrisa al hablar de ella, realmente ha sido una gran Maestra para nuestra Provincia. Supo encarnar el carisma de San Vicente y Santa Luisa descubriendo a Cristo en cada uno de los pobres a quienes se acercó y a las hermanas a las que acompañó.
Acoger a cada una de las personas con quien nos encontramos, acompañar los pasos frágiles y doloridos, amar incondicionalmente a cada uno por el simple hecho de ser quienes es, orar por sus necesidades y las de sus seres queridos, confiar en la posibilidad de cambio que tenemos cada uno y por ello dar siempre una nueva oportunidad, sin descartar a nadie. Estas son palabras que vibraron con emoción el día 19 en la galería de la Modelo, palabras grabadas en mi corazón y que he intentado hacer vida, palabras totalmente en sintonía con el testamento de San Vicente que tanto me impresionó.
“Cuanto más…., más deberás darles amor”. Son palabras a las que la Compañía debe dar vida, sin cansancio ni fatiga, en su entrega diaria.
Me siento muy agradecida por haber podido participar en este acto y de sentir cómo el corazón de las hermanas allí presentes, vibraba al son de los testimonios de quienes han compartido un significativo trecho del camino junto a ella.
Núria Latorre