Sor Antonia López Baeza

“Las Hermanas enfermas y las mayores son parte activa de la misión por su oración, la ofrenda de sus sufrimientos, su testimonio de vida. La Comunidad las rodea de cuidados y afecto y les ayuda aceptar con paz, con paz y serenidad, sus limitaciones de edad y salud como una forma de servicio”. (C.35 ,b)

Querida Sor Antonia, con un suspiro franqueaste la puerta de la eternidad.

Damos gracias a Dios por tu vida, entregada a Dios para el servicio de los pobres, por tus años de dedicación en diversos servicios y lugares y por tu testimonio, tu paciencia tu silencio ante las dificultades y limitación física, sobre todo en tu movilidad los últimos meses.

Por la pastoral de enfermos que realizaste y tu testimonio en idas y venidas al hospital. Son muchas las personas que compartimos contigo experiencias de vida, lugares y servicios: tus compañeras de habitación y sus familiares, personal sanitario…son muchos los que descubrieron en ti la identidad de un alma consagrada, el amor a la Eucaristía, la paciencia y la fortaleza ante el sufrimiento.

Tus expresiones de agradecimiento a la Comunidad en la estancia de algo menos de un año. Qué lástima, has podido disfrutar poco tiempo del nuevo Hostafrancs que tanto te gustaba repetir a tus amistades. 

Te hiciste querer en Gerona en tus servicios, pues venían a verte al hospital muchas veces y al final a ofrecer la oración y la Misa de exequias donde también lo hicieron Hermanas de la mayoría de las Comunidades y por supuesto tus familiares desde Madrid e Ibiza.

Pues como bien sabes, Sor Antonia, “la muerte no pone término a este amor fraterno, pues por la comunión de los Santos estarás siempre presente en el recuerdo y oración de tus Hermanas”. (C.35, c.)

Con cariño, intercede por la Compañía, por cada una de nosotras.
              

 La Comunitat “Sant Vicenç de Paúl” -Hostafrancs-