Ministras servidoras de la Palabra
En las oraciones de las Misas feriales y en concreto en la semana III de las témporas de octubre, encontramos un día en el que rezamos por los ministros de la Iglesia y lo hacemos así:
“Oh Dios, Tu nos has enseñado que los ministros de tu Iglesia no tienen que querer ser servidos, sino estar al servicio de los hermanos; hazlos activos y diligentes en la acción, buenos en el servicio y constantes en la oración”
En este Ministerio (que viene de Minus=quien sirve) nos encontramos con mucha alegría las personas que somos Ministras Servidoras de la Palabra de Dios, lo que normalmente llamamos, “Celebrantes de la Palabra en ausencia de Presbítero”.
Para nosotras, las Hijas de la Caridad de la Comunidad San Vicenç de Paül de Figueres, es un gozo poder administrar este servicio en las Periferias de nuestra ciudad: en una barriada marginal donde queda un pequeño grupo de personas mayores y en dos residencias de ancianos. En estos lugares, servimos a nuestros hermanos y hermanas por medio de la Palabra y la presencia de Jesús Eucaristía: Leemos la palabra de Dios, la comentamos, pedimos por las necesidades de nuestro mundo y de la Iglesia y les distribuimos la comunión.
Este servicio, nos supone: meditar la Palabra, comprenderla y hacernos aptas para anunciarla con fidelidad a los demás. Y para llevar a cabo esta responsabilidad, tenemos dos buenos ejemplos: Juan Bautista que fue “la Voz de Cristo-Palabra” (cf. Sermón de San Agustín 293 (III Domingo de Adviento en el Oficio de Lecturas), y Maria que fue “feliz escuchando la Palabra de Dios y guardándola en su corazón” (cf. Lc 11, 28).
Y también nos hace compartir: sus alegrías y sus penas, sus dolores que son muchos, la preocupación por sus familias, etc. y presentarlo todo al Señor por medio de nuestra oración comunitaria, convencidas de que todo lo que sube al cielo en oración confiada, regresa a la tierra en bendición segura.
Cada semana vivimos un trocito de cielo en la tierra y constantemente tenemos que pensar, profundizar y reflexionar sobre esta responsabilidad encomendada por la Iglesia presente en la Diócesis de Girona.
Por todo esto nos preguntamos:
-Ser “voz de Cristo entre los hermanos”, ¿qué me pide?...
-El “yo tengo que menguar para que Él crezca” qué significa para mí?
-Escucho yo a Dios? ¿Lo conozco? ¿Le doy mi tiempo?...
Pedimos a María que nos enseñe a ser buenas Ministras de la Palabra. Y como Ella, amar a Cristo y hacerlo crecer en nuestro interior, para darlo y engendrarlo en los demás.
Sor Rosa Murgui
Comunidad “San Vicenç de Paül de Figueres”
Encuentro fraterno de tod@s los Ministros de la Palabra de nuestra Diócesis de Girona con el Sr. Obispo, Fra Octavi
- Foto de @fraoctavi, Bisbe de Girona