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Mar y Cielo
Complex Maricel
Después de varios años de vivir en Arenys de Mar y paseando el otro día por las terrazas de la comunidad, desde donde se contempla un hermoso panorama pensé: ¿Cómo puedo hacer vida esta maravilla de paisaje?
Dividí el nombre de la Casa en dos palabras: MAR y CIELO.
Busque en un pequeño diccionario una simple definición de los nombre.
MAR: masa de agua salada que cubre la mayor parte de la tierra.
CIELO: Atmosfera de la tierra-Gloria.
Dos nombre cortos que evocan inmensidad, profundidad y altura. En las dos hay vida, riqueza, belleza, enseñanza, son regalos de Dios para todos los seres humanos que nos invitan a vivir con responsabilidad y agradecimiento.
En medio de estos pensamientos y reflexiones, desperté ante el bullicio de voces infantiles, eran los niños y niñas que acogemos en el Centro, que venían contentos de jugar del parque del pueblo, acompañados de las educadoras, cada grupo iba a su “CASITA”. Son cuatro casas unifamiliares donde viven 7 o 8 menores en cada una de ellas.
Me di cuenta de que en mis reflexiones me había olvidado de un tema importantísimo la tierra: la vida al vivo, como es la vida de estos niños, que llegan aquí con sus mochilas repletas de dificultades y sufrimientos, pero como seres humanos llenos de vigor, de movimiento, de inquietudes, con deseos de crecer, aprender, amar y ser amados, comprendidos, felices y aceptados…
Comentando con las Hermanas de la Comunidad, las cuales tenemos mucha juventud acumulada, decimos que estas vidas, la vida de estos niños, nos aportan energía, entusiasmo, alegría y deseos de compartir con ellos lo que somos y tenemos, en definitiva nos conectan A NUESTRA VIDA DE SERVICIO.
Ellos se muestran con nosotras atentos, respetuosos, cariñosos, etc. Las Hermanas que están más directamente con ellos, les acompañan a la comunidad para saludar a Jesus y a la Virgen en la Capilla y a las Hermanas que no salimos de la comunidad, saben nuestros nombres que algunos los pronuncian a su manera, es una gozada, lo que disfrutan buscando alguna “chuche”, son la alegría de la casa y sobre todo son felices y nos hacen felices a nosotras.
Tampoco falta alguna que otra travesura o rabieta por parte de alguno de ellos, pero son los menos. Tienen entre 2 y 17 años. Las dos pequeñas van a la guardería de “casa”, los demás están distribuidos en tres colegios del pueblo, al Instituto y a una escuela especial de Mataró. Hacen actividades extraescolares y deportivas, etc.
Se relacionan bien con los amigos de fuera y algunos vienen o van a celebrar los cumpleaños, ahora más restringidos por la pandemia. El pueblo tiene muy buena relación con el Centro y valora la obra que se realiza.
El ambiente es bueno y la Directora es de una entrega total y absoluta, y sale al paso de cualquier necesidad, no solo de los niños, sino también de las Hermanas, así como el equipo educativo y personal de servicio, gracias a su colaboración es posible llevar adelante este proyecto que tanto bien hace a estos niños y niñas.
El Complex Maricel está ubicado en un entorno natural que contribuye a dar esplendor y bienestar a nuestras vidas. Es un espacio de grandes proporciones alfombrado de verde césped, de donde surgen plantas, arbustos, altos cipreses, abetos, palmeras y diversos árboles frutales, en conjunto es un pequeños paraíso, es la casa común como dice el Papa Francisco la cual debemos cuidar, proteger, mejorar y conservar..
En resumen, las palabras cortas MAR, CIELO y TIERRA, nos ayudan a vivir en profundidad nuestra asistencia diaria para trasmitir seguridad a los niños, altura de miras para que el deseo de practicar el bien supere a la comodidad al egoísmo personal y naturaleza, ser agradecido a la casa común para tener una conducta responsable, cívica y comprometida con ella. TODO UN RETO.
Sor Milagros Muñoz