¡Lo que da de sí el arcoiris!

El relato bíblico es una joya del Génesis. 

“Saldrá, el ARCO entre las nubes y viéndolo, recordaré mi alianza perpetua… éste es el signo del pacto que he hecho con todos los seres que viven en la tierra”.

Dios anda de alianzas con nosotras y no nos deja anegadas por los diluvios que suelen aparecer en nuestra trayectoria como Hijas de la Caridad. Y al igual que en los días de Noé, lo hace mediante símbolos para que viendo, creamos y creyendo vivamos  En este caso lo expresa con la manera más bella: los colores. El sol, aparentemente UNO se torna DIVERSO ante unas minúsculas gotas de agua o un prima diseñado por un físico. 

Nuestra Asamblea avanza serena, Cada día y en cada trabajo, se palpa la riqueza de la variedad. Al estilo de Dios, y que Él nos perdone, vamos pactando aspectos nucleares para la vida de la Provincia. La DIVERSIDAD de expresiones gramaticales, más que deteriorar la UNIDAD, la fortalecen. Es un gozo ver como desde cada foro y desde cada zona, se van entretejiendo ilusiones y esperanzas; los grupos ponen a prueba la capacidad y buen hacer de Sor Mª Luz Rived, cuya síntesis no tiene desperdicio. Se lo agradecemos de corazón.

También damos las gracias a las Hermanas en Formación Inicial sin votos, que han sabido estimular la plegaria de vísperas de esta tarde a base de colores. Insertamos aquí el texto.

ORACIÓN DE LA TARDE DIA 4 JUNIO 2021

Erase una vez, hace mucho mucho tiempo, en una remota aldea, sucedieron unas grandes inundaciones que arrasaron con todo el entorno y con gran parte de la vida que habitaba en la zona. Sin embargo, se cuenta que, después del diluvio, Dios, Noé y todos los seres supervivientes del arca formaron una alianza gracias a la cual no habría más diluvios en la Tierra, y que el arcoíris que aparecería en el cielo sería el símbolo que utilizaría Dios para recordarles esa alianza. (Génesis, 9: 8-15)

Mucho tiempo después, una muchacha, sorprendida en el anonimato de su rutina, se vio abrumada por el sentimiento con el que se iba encontrando, y que sin comprenderlo, le generaba una gran sensación que nunca antes había sentido. Por lo que se decidió a aventurarse y con gran esfuerzo, dio el gran salto de Fe, de confianza, hacía su nuevo camino, lleno de colores, que hoy sigue recorriendo. Esa muchacha..., eres tú! (soy yo). 
 
EL camino ROJO (se pone el color rojo) 
 
Se dice, que el rojo simboliza la pasión, el amor y la vida. Y no hay un color que mejor defina la inmensa aventura que comenzó con el primer SÍ. Sin esa pasión, sin esa CARIDAD, el nuevo camino emprendido pronto perdería su sentido...

¿Mantengo la pasión por mi vocación? ¿Me doy “con-pasión” a los más Pobres.

EL camino NARANJA (se pone el color naranja) 
 
Kilómetros después, se encontró con un sendero de color naranja que rápido le hizo comprender que en ese camino se debía de esforzar por irradiar allá donde fuera, energía positiva, vitalidad, entusiasmo y alegría desde la SENCILLEZ.

¿Mi vida, la vivo con alegría y sencillez? ¿Transparenta a Dios?

EL camino AMARILLO (se pone el color amarillo) 

Al concluir el camino naranja y al disponerse a transitar por el camino amarillo, se topó con un anciano que transmitía vitalidad en su mirada, y éste solamente le dijo: “El amor es creativo hasta el infinito” (San Vicente). Descubrió en esta senda que para desempeñar tal vocación era esencial vivir desde la alegría y la felicidad, y que para ello la CREATIVIDAD era clave.

Trae a la oración, aquellos Pobres, que te han hecho vibrar, y quienes 
precisan de creatividad para seguir avanzando

EL camino VERDE (se pone el color verde) 
 
De pronto, el entorno cambió radicalmente, se volvió todo verde y sin esperarlo se empezó a sentir más VIVA que nunca. La naturaleza se abría paso y al mismo tiempo sintió la esperanza, la paz, el equilibrio, la confianza y la buena salud que le hacía sentir ese ambiente. Aprendió, que la naturaleza, era un regalo de Dios y que era esencial cuidarla pues en parte, de ella depende nuestro crecimiento y plenitud. 

“Laudate Dominum, Laudate Dominum, omnes gentes, Aleluya” 
 
 EL camino AZUL (se pone el color azul) 

Intrigada por la grandeza del paisaje descubierto, continuó su andadura y sin imaginarlo llego una gran sensación de tranquilidad, calma, armonía y esa paz espiritual que solo el azul intenso del mar puede dar. Centrándose en esta nueva ruta, llegó a la conclusión, de que ese era el ambiente que necesitaba en su día a día, aunque lograrlo, en ocasiones, supusiera grandes dosis de HUMILDAD. 

¿Soy humilde, acallo mis intereses por el bien de mi Comunidad? 
¿Trato de ceder con tal de que vivamos en paz y armonía?

EL camino VIOLETA (se pone el color violeta) 

Sin embargo, aunque el recorrido estaba lleno de colorido se fue encontrando cansada y un poco desilusionada porque no siempre se hacía fácil transitarlo. A lo lejos, descubrió a una mujer con un lienzo en las manos, tenía el pincel tintado con óleo morado, y su pintura transmitía exactamente la purificación y el equilibrio interior que en los momentos más complejos anhelaba. Ésta, le entrego una nota: “Sobre todo, vivir juntas en una gran unión y cordialidad, amándoos las unas a las otras para imitar la unión y la vida de Nuestro Señor” (Santa Luisa). En aquel instante, nuestra intrépida aventurera se cercioró de que siempre se encontraba una mano amiga. 

Jesús les dijo: -«Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» 

Nuestra aventurera, pensaba que el camino había terminado, que ya tenía las claves fundamentales para ser una verdadera HIJA DE LA CARIDAD, y en ese momento, como caída del cielo, una paloma blanca le entregó un pequeño sobre que decía: “en el interior está la mayor de las claves”. El remitente de aquella misteriosa carta era: Jesús de Nazareth. Decía así (Evangelio, según San Mateo 28, 16-20): Esa muchacha, hoy ya con unos añitos más, junto a otras muchas, se dieron cuenta de que hoy, igual que hace mucho tiempo, siguen sucediendo catástrofes y desgracias que nos hacen sentir frágiles y nos generan impotencia, sufrimiento, inseguridades… Hemos sido testigos de las dolorosas situaciones generadas a causa de la pandemia global. Sin embargo, igual que Noe, podemos confiar en que la alianza es permanente para TOD@S. 

Así, todas, unidas, llegaron a la conclusión de que depende de cada una dar el color a su (nuestra) camino vocacional y así, continuar siendo fieles a la alianza que Dios estableció con cada una de sus hijas amadas. 

Y colorín colorado, a este cuento todavía le quedan muchas páginas por colorear...