Haber y Deber

“… alegraos más bien porque vuestros nombres están escritos en el libro de la vida”. (Lucas 10/20)

Sor Montse Cibrián, que acaba de pasar “sus cuentas” al Señor de la Vida, llegó a formar parte de la comunidad de Figueres el 21 de enero de 1954. Era su primer y único destino y donde llevó a cabo su actividad de servicio a la educación, de pequeños a su llegada  y, sobre todo de jóvenes, a los que preparó como auxiliares administrativos.

Buscando sus datos en el libro de registro de la Comunidad, observamos que tal libro, en apariencia inusual, es un cuaderno de contabilidad para el control de gastos y entradas: DEBE y HABER. ¿No había otro…? puede ser. Eran tiempos de escasez…

Sor Montse figura en la página 11 del HABER…; siguen todas las que estuvieron y estamos   con la voluntad de aportar nuestro caudal, no siempre en páginas del Haber; también las hay del Debe. Eso si, todas contamos con quien sabe hacer el aporte de “su cruz” para que, al menos, haya el saldo justo con qué franquear la puerta del Reino. 

Sor Sabiniana (Montse) llegaba a Figueres cuando las Comunidad  y las paredes del Colegio de San Vicente comenzaban a respirar tras los avatares de la guerra civil. Eran necesarias manos y corazón para tarea tan costosa;  y eso es lo que ella ofreció durante los 66 años de su larga vida en esta ciudad.

El DEBE y el HABER eran palabras corrientes en su boca cuando enseñaba y corregía los trabajos de los alumnos… Ayudada por otras Hermanas con sus saberes de mecanografía y taquigrafía, fue aportando a la sociedad gran número de jóvenes (chicos y chicas) aptos para llevar a cabo gestiones contables.

Como buena Hija de la Caridad no tuvo pereza para atender a los jóvenes en otras actividades formativas: educación en la fe en el marco de la asociación de Juventudes Marianas Vicencianas; colaboración generosa en otras acciones lúdicas y culturales como camino de integración en la vida social de la Ciudad. (Pesebre viviente, carrozas festivas, tómbolas benéficas para que las salidas culturales no gravaran tanto la economía de las familias, etc. )

Su generosidad en la vida comunitaria fue notoria, sobre todo en momentos en que se le pidió ocuparse de una  Hermana enferma de tuberculosis, durante 13 años. En esos momentos ( 1954 a 1967) en que esa enfermedad tenía toda su fuerza de contagiosa, Sor Montse, unió a sus cuidados lógicos, una gran paciencia y caridad cristiana hasta que falleció la compañera.

Sus capacidades psíquicas se fueron deteriorando en los últimos 5 años. Era necesario cuidarla y pasó a la residencia Verge Mongat; tras corto espacio de tiempo pasó a la Residencia Betania, donde ha sido atendida con el máximo cariño. 

Para Sabiniana (Sabis), su familia era un punto de referencia frecuente y de recuerdo entrañable. Su hermano Gonzalo, sacerdote Pasionista, dada su edad y salud, lamenta el no poder celebrar la Eucaristía y despedir a su hermana. Otros miembros de su familia: su tío, obispo, su tía, Hija de la caridad, y cinco hermanos, le han precedido. Con ellos se encontrará y celebran con gozo la nueva vida en Dios, 

Gracias Montse. Te hiciste un hueco en el corazón de muchas personas en Figueres. Y, sin duda en tus Hermanas de Comunidad.

La Comunidad de Figueres

NOTA ADJUNTA AL TEXTO.
 

Una vez publicado este articulo en la web, hemos tenido la gran alegría de vernos acompañadas por Fr. Gonzalo, hermano de Sor Montse el cual, acompañado de otro religioso Pasionista y un Padre Paúl, celebraron la Eucaristía. Las palabras de Fr. Gonzalo, emocionado al recordar a su hermana, pusieron la nota de esperanza y serenidad para su hermana, cuñado y sobrina que se trasladaron a Barcelona
para decir adiós a Sabis, como cariñosamente la llamaban.