Evangelio en Mano
“Creo en mi historia que fue traspasada por la mirada de Dios, quien un 21 de septiembre, salió a mi encuentro convidándome a seguirlo”
(Papa Francisco)
Esta mañana, estrenada la Pascua 2025, el Papa Francisco se echó a andar, ya sin bastón, para seguir la voz del Buen Pastor. De la mano de María, “que nunca le dejó solo”, entraba a la Casa del Padre.
Las Hijas de la Caridad de la Provincia “España Este” nos unimos a toda la Iglesia para agradecer a Dios el don del pontificado que hoy termina. Reconocemos su testimonio coherente y su adhesión inquebrantable al Evangelio, que vivió con alegría y enseñó con su vida imitando al Pastor Bueno.
Incansable en su ministerio, buscó siempre la unidad; sus gestos evangélicos no dejaban lugar a duda. Sabía, como Jesús, que no hay puertas cerradas para el amor; caminaba, como Jesús para tender la mano amiga a hombres y mujeres que buscan la verdad. Sabía, como Jesús, que el hermano caído era y es la ocupación más urgente.
Gritó con voz potente cuando las barcas naufragaban, dejando el mediterráneo transformado en cementerio. Caminaba por continentes y pueblos remotos, “evangelio en mano” para acallar las armas que van dejando el rastro de muerte y de pobreza. Levantaba la voz en los foros del mundo, denunciando que “el hombre no puede ser nunca, lobo para el hombre”.
Para nosotras, las Hijas de la Caridad, que intentamos caminar junto a los pobres, el Papa Francisco ha sido siempre un aliciente. Guardamos como testamento las palabras que nos dejó durante la Asamblea general de 2021:
“Las invito a mirar la belleza de su vocación. Es bella, ¿verdad? Dios les ha confiado a los pobres, sus predilectos, ¡a ustedes! Sois sus madres y hermanas.
Ésta es su característica desde el principio. Una Compañía de mujeres hechas para ir a llevar el amor de Cristo a los pobres. Esto las ha llevado, en el mundo entero, no solamente a asistir a los pobres en las grandes instituciones, los hospitales, los orfanatos y las escuelas, sino también a visitarlos, a ir…para encontrarse con ellos en los lugares donde ellos viven, para desarrollar con ellos los caminos de crecimiento humano, de promoción de la vida y de cuidado espiritual."
Ahora, queremos expresar desde el corazón un gran agradecimiento por su modo de vivir: “Evangelio en mano”, con sus gestos y palabras, con su vida. Todos, todos, caben en la Iglesia. Todos, todos. Su mirada, la de Dios que a todos acoge, que no se cansa de amar y de perdonar... Que a todos quiere comunicar ánimo, esperanza, ayuda... “Frattelli Tutti”, sí, todos hermanos. Desde "La alegría del Evangelio" nos invitó a caminar, desde "La Luz de la Fe" a seguir a Jesucristo. No olvidó decirnos que este mundo es una "Casa común" y hay que cuidarla; pero sobre todo se preocupó de los sufrientes, los perseguidos y excluidos, las víctimas de las guerras y del hambre en el mundo, de los descartados.
Gracias Hermano Francisco; así quisiste ser llamado para siempre. Tu nombre unido al de Asís, a su pobreza, a su amor a los pobres, su cuidado cariñoso hacia la Creación, te fascinaban… escogiste bien… y lo has practicado a la luz del mundo.
Gracias Francisco
Comunicación de la Provincia España Este. Hijas de la Caridad