Encuentro Interprovincial de Acción social
Salamanca volvió a recibirnos a profesionales y hermanas procedentes de las cuatro provincias de las Hijas de la Caridad con motivo del Encuentro Interprovincial de Acción Social de España. Un año más, nos reencontramos con el fin de continuar creciendo juntos en misión compartida a nivel personal y profesional.
Cada año la experiencia es diferente y en esta ocasión, bajo el título de “Resiliencia de la Solidaridad - Periferias geográficas e históricas”, el Padre Guillermo Campuzano, Misionero Paúl, nos retó a conectar con nuestra interioridad y cuidar nuestro perfil profesional para contribuir a sembrar el cambio en nuestra sociedad.
Partimos de unos objetivos marcados por las Hijas de la Caridad en su Documento Interasambleas, la importancia de cuidar la preparación de los laicos por medio de la formación y asegurar así la continuidad de las obras en el servicio a los más pobres. Es motivador sentir la necesidad de esta formación específica que nos ayude a crecer profesionalmente y como vicencianos.
Una formación que tiene como fundamento la Doctrina Social de la Iglesia y los documentos de la Compañía de la Hijas de la Caridad, en especial el Modelo de Intervención de Acción Social que han sido el motor de estos días.
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Estos textos nos ayudan a descubrir que estamos llamados a desarrollar actitudes que impliquen una trasformación profunda tanto en las personas como en las estructuras, siendo artesanos del cuidado, con nosotros mismos, con los equipos de trabajo, en la intervención con personas acompañadas… En definitiva, el cuidado de la vida.
Es imprescindible integrar en nuestro día a día a las personas vulnerables como seres fundamentales en nuestra misión, que nos liberan y humanizan. Ya que, ellos deben ser los protagonistas en sus propios procesos, siendo sujetos activos y nosotros meros acompañantes.
Tenemos que contribuir a realizar una denuncia profética activa para visibilizar las injusticias que nos rodean, con la finalidad de poder contribuir en su cambio manteniendo una mirada crítica y dándoles visibilidad.
Es nuestra misión la de continuar con el legado de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, sirviendo a Dios a través de nuestra tarea diaria, considerando que lo importante es la esencia de la persona y no su problemática.
Nuestra vocación debe caminar hacia ser cuidadores ya que seremos juzgados por el cuidado que hayamos practicado (o no) con los más vulnerables. Debemos ver a las personas que acompañamos como ejemplo de lucha y resiliencia, tantas veces testimonios vivos para cada uno de nosotros.
Unos días de trabajo muy intenso, pero rico y nos llevamos los momentos compartidos en los trabajos de grupo con el resto de profesionales de las cuatro provincias de España, que nos han servido para conocernos más y mejor y crear sinergias entre los diferentes proyectos a nivel interprovincial.
Una frase podría resumir todo lo vivido estos días: ¡Cuidemos la VIDA!
Agradecer el P. Guillermo su capacidad para transmitir el contenido de la formación con ese don que le caracteriza que le llevó a conectar con cada uno de nosotros. Gracias por la sinceridad y transparencia al mostrar la vida como camino y experiencia. Todo ello nos animó a ser cuidadores también de este maravilloso carisma que se nos está confiando.
Y mil gracias a las Hijas de la Caridad por invitarnos a conocer y compartir más de cerca su vida, entrega y servicio, brindándonos, otro año más, la oportunidad de participar en este encuentro tan enriquecedor. Desde esta Misión Compartida caminemos juntos hacia la Resiliencia de la Solidaridad.
Begoña y Merche, Provincia España Este.
