Despedida Hermanas del Refugio de Obreras
El pasado 24 de febrero asistíamos a la despedida de la Comunidad Refugio de Obreras de Barcelona.
Hace 114 años comenzaba esta obra con el fin de “dar asilo a mujeres, solteras o viudas, de buena conducta y que hubieren trabajado en fábrica u obrador”
Han sido muchos años de presencia y de acompañamiento de las Hermanas a las mujeres residentes.
Tal y como decía el Presidente de la Fundación “muchas han dejado su piel. Algunas han muerto aquí. Y también muchas Hermanas Sirvientes cumpliendo con su obligación de estar en todo, han pasado por aquí.
Se van. Pero, lo dejan con la cabeza bien alta, con el sentimiento de haber cumplido con exceso y de haber hecho el trabajo bien hecho.
¿Cuál es el legado que nos dejan las Hijas de la Caridad en su paso por esta casa? Pues muchas cosas, pero, principalmente, la abnegación, el servicio a los demás, la religiosidad, la espiritualidad de Sta. Luisa de Marillac y de San Vicente de Paúl. No es poco!!!
También deciros que os echaremos de menos. Dejáis un hueco difícil de llenar”
Fue un momento entrañable en el que se apreciaba el cariño a las Hermanas. Se sucedieron los detalles y las muestras de gratitud así como la pena de lo que supone la despedida de las Hermanas que han estado presentes muy activamente en la casa. Han sido 114 años de presencia hecha servicio que llega a nuestros días. La entrega generosa y dedicación de las Hermanas se ha transmitido a los profesionales y voluntarios que continúan la labor emprendida.
Sor Mª Isabel Vergara (Visitadora Provincial) dirigió unas palabras en las que hizo memoria de los orígenes de esta casa y de las Hermanas que realizaron su servicio en ella para terminar agradeciendo a Dios, a la Fundación, a las Hermanas, al personal de la casa, y como no, a las residentes.
La Eucaristía, acción de gracias por excelencia, fue el colofón de un día lleno de emociones y, cómo no, de la alegría por el bien hecho.
Transcribimos las palabras que dirigió la Directora de la Residencia:
“Nos reunimos esta mañana para darles gracias por tantos momentos que hemos vivido junto a las Hijas de la Caridad.
Ellas han vivido entre nosotros como unas compañeras más, sin pedir nada a cambio, con la sencillez que les caracteriza. Han estado al lado de nuestras residentes en momentos de alegría y en tiempos de dificultad, ofreciendo siempre una palabra amable, una sonrisa reconfortante y un apoyo incondicional.
Casi sin podérnoslo creer está llegando el momento que más temíamos.
Todas y cada una de vosotras habéis dejado una huella imborrable en los corazones de quienes hemos tenido el privilegio de conoceros.
Queremos que nunca penséis que todo vuestro esfuerzo no va a ir a ninguna parte, vuestro legado perdurará en cada rincón de esta residencia y nos comprometemos a continuar con la misión y los valores que nos habéis inculcado.
Por otro lado, los recuerdos que tenemos de todos los años pasados en común permanecerán para siempre, no podemos evitar, sin embargo, manifestar una Gran tristeza al pesar que no van a estar más aquí, con nosotros para seguir compartiendo esos momentos.
Aunque estén lejos, nunca podremos agradecerles suficientemente todo lo que han hecho y nunca, nadie podrá hacemos olvidar el cariño hacia vosotras. Sepan que siempre tendrán un hogar en nuestros corazones y que sus enseñanzas seguirán inspirándonos día a día y aunque ahora nos lamentamos de haberlas tenido a nuestro lado tantos años.
Con cariño e inmensa gratitud os despedimos.”
Comunidad Refugio de Obreras
Barcelona, 24 de febrero de 2025