Compartiendo La Navidad

En estas fechas, en las que celebramos la venida del Niño Jesús, es importante llenar de Luz y de alegría todos los corazones, compartiendo los dones que Dios nos ha otorgado y poniéndolos al servicio de los demás.

La comunidad educativa de la escuela Solc Nou tiene muy presente esta vocación de servicio que siempre nos han transmitido las Hijas de la Caridad, y cada Navidad celebra y comparte su alegría con algunas comunidades y residencias de hermanas mayores. Durante una semana, el alumnado prepara y ensaya diversos villancicos, y actividades para desarrollarlas el día 20 de diciembre.

Esa experiencia, en palabras del propio alumnado, “les despierta mucha ternura”. Compartiendo sus vivencias han ido expresando las emociones vividas, según dicen, “les entusiasman sus historias de vida, tienen mucho que aprender de ellos y ellas”, les  “emociona ver cómo les reciben con tanta alegría al verles entrar por la puerta” y manifiestan que “es bonito compartir tiempo y experiencias con ellos”.

Palabras que les salen del corazón, y que expresaban muy emocionados y emocionadas al salir de las residencias y comunidades visitadas: “recibimos mucho más de lo que damos. Nos hace muy felices el hecho de compartir historias y anécdotas, recibir sus aplausos, compartir su ilusión y sentir sus miradas de acogida y alegría. Es un aprendizaje mutuo. Los jóvenes deberíamos empaparnos de su ejemplo y experiencias”.

Algunas de las residencias visitadas y anécdotas vividas son las siguientes:

En el Desert de Sarrià el alumnado pudo disfrutar de la voz de una antigua cantante de una coral, que nos acompañó con panderetas para animar las actuaciones. Además, fue emocionante ver cómo incluso las personas que no podían hablar ni cantar, marcaban el ritmo de las canciones con los pies o las manos.

En St. Genís la comunidad de hermanas nos recibió ya con su marcado espíritu navideño, vestidas con gorritos rojos y blancos y cantándonos un villancico. Hacemos especial mención a Sor Asunción, una hermana de Málaga de 102 años que nos deleitó con su interpretación a las castañuelas. Y para finalizar la jornada, compartieron con nosotros una súper merienda, que encantó a todo el alumnado.

En Betania nos acogieron en la maravillosa iglesia que tienen allí y una hermana nos explicó su experiencia como Misionera en Honduras. Nos contaron muchos chistes que arrancaron muchas sonrisas entre los asistentes, y también nos interpretaron con mucho arte una canción gallega y una mexicana.

En la Fundació Albà había una poetisa que nos emocionó recitando unos poemas. Entre los villancicos interpretados, pidieron diversos bises, coreando alegremente el campana sobre campana y los peces en el río. Para acabar, nos obsequiaron con una preciosa postal navideña elaborada por los residentes.

La comunidad de Hostafrancs, con Sor Amor a la cabeza, se pusieron a bailar con el alumnado de TCAE el popular “Last Christmas”. Sor Coro se animó a hacer de directora de orquesta, y dirigió magistralmente al coro de alumnos. Al acabar las actuaciones, fueron obsequiados con una visita guiada por la nueva capilla y pudieron admirar y conocer sus fantásticas vidrieras y lo que estas representan. También pudieron disfrutar de un piscolabis preparado con mucho cariño por las hermanas.

En la comunidad de Verge de Gràcia, también conocida como “Carolinas”, Sor Adoración nos recibió junto a todas las hermanas. Tenían un precioso niño Jesús en el salón donde se interpretaron los villancicos, que acompañó toda la velada bajo la ternura de su mirada. El alumnado pudo conocer a hermanas de muchas comunidades diferentes: gallegas, valencianas, manchegas, asturianas, gaditanas, catalanas… y descubrir las profesiones desde las que habían ofrecido su servicio y atención a los demás: maestras, asistentas sociales, enfermeras… fue una velada muy bonita, y concluyó con el popular y marchoso “Burrito sabanero”, como petición especial, que interpretaron conjuntamente alumnado y hermanas.

Y en el Refugi d’Obreres, una hermana de 91 años, tocó las castañuelas con mucho arte, y con un cancionero de los que traía la escuela, acompañó al coro de alumnos y animó a todas las residentes a participar cantando. Fue tal el éxito del concierto que se repitieron las canciones más populares. Fue gracioso ver cómo hasta el señor de mantenimiento se sumó a la fiesta, marcando el ritmo con una botella de anís a la antigua usanza.

Concluimos dando las gracias por el ratito compartido. Estas experiencias dan vida a las hermanas y al alumnado. Tanto unos como otros, quedaron muy contentos, porque celebrar juntos la Navidad es una oportunidad para acompañar y ofrecer Amor y ternura a través de la música.

Seguiremos creando vínculos y viviendo el carisma y los valores vicencianos con ilusión, alegría y espíritu de servicio.

Comunidad Educativa de l’Escola Solc Nou y residencias de hermanas de Barcelona.