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Compartiendo juntos una única Misión

04 | 06 | 2022

Durante los días 9,10 y 11 de mayo y 1, 2 y 3 de junio, las Hijas de la Caridad y profesionales de acción social de España, nos reunimos en Madrid en las casas de Hijas de la Caridad España Centro, con el fin de reflexionar y compartir la misión que realizamos desde el carisma que nos une. El lema que definía el encuentro: Misión compartida: responsables de un carisma nos disponía a vivir intensamente estos días

Misión Compartida

El primer día, Diego Cuevas, nos invitaba a realizar un viaje, para ello debíamos construir un barco, el barco vicenciano, navegaríamos con San Vicente y Santa Luisa compartiendo una única misión. Nos presentó distintos tipos de liderazgo para conseguir el fin último a través de un hecho histórico como fue la expedición a la Antártida y la conquista del polo sur por el capitán Scott, Amundsen y Shackleton. El primero conquistó el Polo Sur, el segundo murió en el intento con toda su tripulación, no supo gestionar a lo largo del viaje sus emociones, un liderazgo autoritario y militar incapacitado para delegar y establecer feedback lo condujo a este final trágico. Shackleton es el que es capaz de motivar y mantener a toda la tripulación entusiasmada y apasianoda pese a las dificultades, consigue dar la vuelta al polo Sur a precios muy altos, incluso de elección, qué miembros de la tripulación debe dejar en la isla para mantener el ánimo de sus compañeros y qué siete tripulantes irían con él para volver a recogerlos con una embarcación

El análisis exhaustivo de este viaje nos llevó a reflexionar sobre las actitudes de la tripulación y su capitán y nuestros equipos de trabajo y aquellas personas que los lideran. Reflexionamos sobre:

  • Nuestros hielos: las dificultades que nos paralizan como: la resistencia al cambio, la rutina, la falta de comunicación… y una larga lista a la que cada uno pudo poner nombre ante su propia dificultad
  • El miedo al fracaso: “El único fracaso es no explorar”, no arriesgar
  • Los “es que” nos sitúan en el valle de las escusas para no enfrentarnos a la realidad.

Nos planteó formas y estrategias, para aprender a trabajar juntos desde aquello que nos une, nos motiva y apasiona: el Carisma. A nuestro barco debíamos ponerle nombre. Compartimos los hielos que debieron afrontar Vicente y Luisa, así como su capacidad de resilencia.

Misión Compartida

Pero todo viaje tiene un precio, el principal es que no navegamos solos, que navegamos juntos y que remamos juntos, pero debe ser en la misma dirección que viajo Cristo y Vicente de Paúl, con unos valores y características propios:

  • Compromiso
  • Humildad
  • Trabajo en Equipo
  • Sensibilidad
  • Paciencia
  • … ACTITUD ante la vida …

     Y sobre todo: la Humildad que como vicencianos, marca la diferencia…

Nos descubrió, lo importante de los mensajes que nos contamos a la hora de relacionarnos, estos nos pueden impulsar a tener una comunicación exitosa y dialogar, o a ser negativos y no ser objetivos en nuestras relaciones. El chismorreo, levantar rumores rompe el buen ambiente y como la sonrisa, el decir gracias y pedir perdón, construye relaciones.

Y sobre todo, nos recordó lo importante que es no perder la capacidad de reír, el humor, la risa y celebrar los éxitos que tengamos por pequeños que estos sean. Tenemos incorporado lo negativo y estamos poco entrenados en ponderar y reconocer los éxitos, por pequeños que sean… Desde ahora hay que caminar en realizar cada día Gestos de Amor, que ayuden a nuestros equipos a crecer.

Misión Compatida

Acabamos el día con una Oración Compartida titulada “Viaje a mi interior”, en ella profundizamos en el Dios que vive en nuestro interior, en las rutas que marcamos para conocernos y encontrarnos con los demás. Durante este interesante camino, nos asaltaba el GPS con dudas, sobre cómo estamos viviendo, los miedos que nos impiden avanzar y las dificultades que hacen que mi GPS se redirija para hallar una nueva ruta que me lleve al Amor.

Los días siguientes, el equipo de Enclave Social, continúo con el objetivo principal del curso “Misión Compartida”, pero más enfocado en la vivencia personal de cada uno de los proyectos a los que trabajamos y servimos, el tema era “Reflexiones sobre el propósito de tu Proyecto”. Comenzamos con una introducción por parte de José Javier, en la que profundizamos sobre nuestro quehacer diario, lo que pasa en nuestros equipos de trabajo, las cosas que ocurren cuando realizamos nuestra actividad diaria y como nuestro equipo esté enfocado a remar en un solo sentido desde nuestro Ser y Hacer Vicenciano.

Misión Compartida

Nos dividimos en grupos, para trabajar en talleres y así poder profundizar más y mejor en cada uno de ellos. En el “Taller resultado emocional y el compromiso”, se nos invitaba a pensar en ¿cómo me hace sentir lo que hago?, ¿cómo es nuestra comunicación en los equipos?, ¿Cómo es el trabajo en equipo?...

El “Taller clima laboral de equipos”, nos invitaba a recordar sucesos de nuestro día a día laboral y en cómo los resolvemos.  Cuando pensamos en el conflicto, pensamos en algo negativo pero no en una oportunidad de crecimiento personal, Y casi siempre “No sufrimos por lo que nos pasa, sino por las interpretaciones que hacemos de aquello que nos pasa”

El “Taller Aprendizaje compartido”, nos presentó las tareas y los procedimientos. Porque la realidad es que cuando no tengo procedimientos aparece la improvisación. Debemos tener claros los protocolos y los procesos para poder tener una buena organización y un buen apoyo de equipo.

Bombillas

El “Taller el resultado de los proyectos”, tristemente vivimos en una realidad que lo que no se registra, no existe y por lo cual no podemos evaluar el proceso y tampoco el resultado. Para eso existen los indicadores, como herramientas que nos ayudan a medir.

Estos tres días, hemos reflexionado y compartido con otros profesionales la realidad que vivimos, pero de la que a veces no somos conscientes, porque vivimos subidos al tren de alta Velocidad que la vida nos impone cada día. Este curso ha sido un stop, abre los ojos, reflexiona y hazte consciente de aquello que vives para transformarlo, porque mucha gente ORDINARIA, puede hacer cosas EXTRAORDINARIAS. Puedo afirmar que muchos de los participantes hemos incorporado a nuestra vida la frase de Albert Einstein: “Si Buscas resultados distintos, haz cosas distintas”

Gracias por esta oportunidad formativa y por hacer tan fácil la relación con otros profesionales sobre aquello que vivimos y compartimos.

Una Participante